¡¡DA LA CARA, ANÓNIMO!!
El éxito que tienen las entradas de contaminación lumínica–"¡¡APAGA!!" y "Las llamas de su pantalla no son pare del blog"–…Pronto seremos un blog mayoritario, y los lectores esperarán expectantes a las siguientes entradas: lo huelo.
Cani… eso es una especie de hipster o hippie elevado a menos uno, ¿no? Recuerdo aquellos días en los que, estando en el colegio, se me acercaba un garrulo de estos, cuidando cada detalle de su "estética"–parece que no, pero se llevan su tiempo para arreglarse, a su manera… "especial"–, todo cumpliendo su deformación esperpéntica del complejo de Edipo–deformación del complejo de Electra para las chonis, una especie de cani en femenino, es la que atraen a estos seres–, y fue entonces cuando me pregunta, con su deje lánguido y expresiones de su condición: illo, Pepe, ¿tu eres pijo o cani? Menuda la pregunta, ¿yo?¿situarme en una corriente? Pues vitalista, defiendo que la vida esta antes del pensamiento.
Daría el nombre y apellidos de dicho personaje, pero por respeto al lector no lo haré. La cuestión es que tras decirle que no tomaba posición me hacía una disertación de porqué era mucho mejor ser cani, y lo malo que era ser pijo–cada cual a su manera es feliz–. Y ras dos o tres años creo que ha dejado los estudios. Ya todos sabemos que a esas edades es todo un mundo de fantasía e imaginación inaguantable–véase el nombre que teníamos en el Messenger–, y lo peor es que hay gente que sigue siendo así, teniendo ya su edad.
Es cierto que cada edad tiene su estilo, y cuando salimos y miramos atrás decimos algo así ¿¿así era yo?? Y no tiene que llamarse madurar, después de todo, ¿qué es madurar? Nadie llega a saberlo nunca, pues al haber "madurado" siempre se puede madurar más, ¿o no?
Lo que sí es cierto es que hay veces que no bueno del todo mantenerse aferrado a una postura o un estilo de vida invariable e inmutable–así no se liga–, a menos que esa postura coincida con su género opuesto–véase cani y choni; gótico y gótica; pijo y pija; aristotélico y aristotélica; pitufo y pitufina–. Y es por eso que se necesita un cambio radical, y se pasa de cani a aristotélico–es difícil, pero he visto a un cani hablar sobre la esencia y la potencia de existencia de las cosas–, y todo esto lo hace su complejo de Edipo/Electra–podían haber puesto el mismo nombre…–, o como llanamente se le suele decir: amor.
Por eso mismo, he estado hablando con Anónimo–ya le conoces–, y, a parte de decirme que cuando se compre una radio escuchará mi programa–martes y trece, Encarna de noche–, se compromete a no dar la cara–sí, perdí la discusión–, pero algún día cambiará y se verá todos los secretos de Anónimo. Próximamente en Soul's Pieces o Verdades como puños, la verdadera identidad de Anónimo.
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