Preocupantemente ignorado


La suma, la resta, la multiplicación y la división son operaciones triviales, no sirven para nada.

Lectoras, lectores y asistentes virtuales que leen el blog para un oyente ajeno, esta entrada la dedico a un asunto que está preocupantemente ignorado, a pesar de ser uno de los temas más hablados, tanto que ha llegado hasta un punto que nos hartan, ¿o no? Siempre con la misma historia, y los de Greenpeace nos lo comunican casi a diario, pero nosotros pasamos olímpicamente–usando una doble moral–: el calentamiento global.

Como he dicho, casi llega a un punto molesto que nos recuerden que el mundo se está calentando, ¿por qué preocuparse tanto? Ya ha pasado en la prehistoria, nos adaptaremos, y, además, e aquí a que pase estaremos más muertos que Isabel la Católica. Vale, pues creo que nadie sabe a ciencia cierta que es lo que va a pasar, de hecho hay muchas especulaciones, una de ellas es que la Tierra siempre ha sido un lugar frío, menos esta época–la historia de la humanidad–, que la temperatura ha estado más elevada, por lo que se cree que podemos llegar a un máximo de temperatura y después volver a estar eones bajo cero–a ver que dicen de esto los defensores de la hipótesis Gaia–. O que nos asaremos sin más, como boquerones en una plancha.

Como dato científico, la humanidad siempre ha vivido con 200 a 300 moléculas de CO2 por millón de partículas, y hace poco hemos llegado a las 400 moléculas de dióxido de carbono por millón de moléculas, y tanto dióxido de carbono no se sabe que puede provocar, ni siquiera si existe un punto de no-retorno a partir del cual estemos perdidos–humanitos fritos–, de hecho hay expertos que afirman que no deberíamos haber pasado de 350.

Naturalmente es viable, porque, hay CO2, pero las plantas se encaran en transformarlo en oxígeno, no obstante le hemos dado un empujoncito a las emisiones, con centrales térmicas, coches, y resto de vehículos que actúen con combustión. Pero, no sólo es eso, y es que, dejando a parte el lenguaje literario, hemos sido carajotes, porque encima nos quitamos las plantas–que hacen la fotosíntesis–, para colocar un mamotreto. Conclusión, menos O2 y más CO2, que, por si fuera poco, es un fiel aliado del calentamiento global–algún día se nos caerán de lo carajotes que llegamos a ser.

El dióxido de carbono, en un principio es bueno, pues hace el efecto invernadero permitiendo una temperatura adecuada para que la vida sea viable en la Tierra, porque no deja escaparse todo el calor, pero si no deja escapar nada de calor, aquí acabaremos siendo calamares fritos–a la venta por un módico precio–. En un siglo y algo más hemos subido las emisiones, haciendo que el círculo de dióxido de carbono y oxígeno se tambalee. Y esperemos que no hayamos pasado ese punto de no-retorno.

¿Cómo podríamos parar esto? Para empezar emitiendo menos, usar más la bicicleta y no el coche, aunque sí que es cierto que se están llevando a cabo muchas medidas para ello, aún así la gente sigue sin concienciarse–o diciendo que es una cosa muy mala, que hay que hacer algo, pero luego si te he visto no me acuerdo, a la hora de actuar–. Es un problema serio que esta a la vuelta de la esquina, y he escuchado a gente decir que los que más emiten son los gases de las vacas, ¿y qué hacemos? ¿Matar a todas las vacas? Porque las vacas existían antes de todo esto, así que no son ellas las responsables. El calentamiento global es un problema preocupantemente ignorado.

Comentarios

más leídas