Nuevo grito de guerra


Se busca reconocimiento internacional como blogger, ya que un blogger es el que escribe un blog, pero se necesita un reconocimiento como tal, solo porque yo lo digo.

¡Buenas! Sabes, he estado intentando practicar un poco de parkour, y de momento he saltado desde un metro de altura, sin hacerme daño–salvo porque después de hacerlo, y pro razones que se escapan a mi entendimiento, al levantarme y girar, para no se el que, una maquiavélica pared se puso en medio trayecto, ente mi codo y un punto P del espacio que no sé dónde quería ir. Menos eso… intacto– y esto se debe a una extraña técnica que yo le llamo croqueta, por su semejanza con dicho alimento, o entretenimiento miscelánea–vaya, rodar por el suelo–: caer, echarse hacia adelante y tocar con un hombro el suelo para desviar toda la energía cinética creada por conservación de energía mecánica… aunque no viene al caso la energía, ¿no? La cuestión es que sigo vivo.

Y se me ha ocurrido comparar esto a la grafología: parece difícil, hasta que lo haces y ves que es fácil–salvo porque en el análisis de personalidad por la letra no tienes el riesgo de partirte un codo porque una pared se ponga en medio…–. Y hay gente que no se cree lo de la grafología, dice que no lo haga, que puedo confundir a la gente: ¡Se creen que me lo invento!–malditos–, en fin, ya ellos sabrán–escépticos malditos…–. Pero eso todo se resume a una cosa: complejo de Edipo. Al igual que el parkour, ¿por qué te crees que lo hace la gente? Pues para impresionar al género opuesto, pero lo que pasa es que no saben que lo hacen para eso, al final todo es mito de Edipo.  

Y lo que no es mito de Edipo es envidia. La envidia… qué mal más grande, porque no es afán de superación, ni competitividad, ni es otra cosa que no sea odio puro al otro. ¿Por qué envidiar al otro si al fin y al cabo es un bicho con patas igual que uno mismo? ¿Porque es más listo? ¿Porque es más fuerte, guapo, bello, hermoso o es Pepe G Cervera?–me ha quedado un poco narcisista, pero va con carácter boicoteante, que conste en el acta–.  Pues si es por eso, chico, vas apañao, es decir, veo la envidia como el odio, igual, ¡y no lleva a ningún sitio! Al igual que el orgullo–aunque ya hablaré de eso es su respectivo momento–, sólo es que el orgullo es malo a nivel muy psicológico, la envidia es mala para toda situación perteneciente a lo factible. 

Claro que no es lo mismo una envidia que se le tiene a uno, por algo que ha hecho, que dices, caramba, ojalá fuera él, pero sabes que te llegará el momento, ejemplo de aplicación es la "envidia" que le tengo yo a un amigo por sacarse el carnet de conducir, ¿en serio crees que eso es algo que me quita el sueño? Se le llama igual, pero no es lo mismo, porque este verano, si nada lo impide, me sacaré yo el carnet, luego, no tengo nada por lo que sentir ese odio irracional por ello. Yo lo llamaría más mi deseo por poder conducir–legalmente, porque ya se sabe como están ahora por las imbecilidades que le da por decir a los políticos–, envidia sería querer ser él completamente y por ello oprimirlo hasta un punto inimaginable. 

Es esa envidia por que el otro hace las cosas mejor, porque el otro es más fuerte o por toda la parafernalia que he soltado antes, ¿en serio es plenamente necesaria? Digo, ¿hay que odiar a otra persona porque haga cosas que no tengan nada que ver contigo? ¿Hay que odiar a otra persona por lo que es?  O mejor formulado: ¿hay que odiar a otra persona? 

Lo que quiero decir es que tiene que haber un poco más de competitividad, no odio, si uno es mejor intentar superarlo sin necesidad de oprimir para… vaya, para conseguir estar tú más amargado y amargar al otro también, o sea, para nada. Porque en eso está el progreso, en ser mejor en colaboración, con la ayuda de que es mejor.

Aunque esta inanición moral llamada envidia, ya venían diciéndolo los sabios, es lo peor que existe en el mundo, y lo peor es que es como el amor, repentino, puede llevarte y no sabes porque.

Y si alguien me tiene envidia por hacer análisis de personalidad, como mi comentarista favorito: Anónimo, el mismo que me manda cartas con amenazas de muerte… lo típico, todos recibimos un anónimo de vez en cuando… ¿sólo me pasa a mi?–es broma, eh–, pues si aparte de a Anónimo a alguien le pasa, que coja una enciclopedia de psicología y se lo aprenda o en Google: grafología, y así salimos ganado los dos–yo no resulto amenazado de muerte por un anónimo que no es Anónimo.  

Para no ser monótonos, me despido con el grito de guerra: Strawberry fields forever!!

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