Croquetas de Bohemia


¡Levántate, joven, pues ya tendrás la muerte para descansar!

Tengo entre manos una gran duda, y es que resulta que hace poco, estando en un Starbucks con unos amigos me dijeron que, por ser el único con iPhone, era un hipster, y al principio indiferentemente dije: “pos vale”, ya que para mi, al igual que el Word, la palabreja esta me era desconocida, de hecho ya me la ha marcado con la raya roja, creía que era algo así como un hippie pero a lo capitalista, pero resulta que es otro tipo de subcultura de color malva–ya dije que para mi el malva es algo indefinido–. Pero me temo que seguiré con esa duda.

También cabe destacar una gran pregunta que me ha sido hecha: ¿Por qué te levantas todos los días? La respuesta que di en su momento no me convenció demasiado, es lo que voy a explicar, pero de un modo muy simple y reducido. De hecho dije la frase que he puesto en el prefacio de la entrada y se la atribuí incorrectamente a George Washington. Tras buscar de quién era no he dado con nadie que le haya dicho, así que la expropio en mi nombre hasta que su autor la reclame: “levántate, joven, pues ya tendrás la muerte para descansar”. 

La vida es monótona, es aburrida, siempre es lo mismo: Me levanto, me visto, me pongo bien el pelo–complejo de Edipo según Froid, pero yo no sé nada, en teoría–, desayuno, coger el autobús, Herrera, vuelta a casa, comer, estudiar, estudiar, estudiar, cenar, escribir la entrada, si ese día toca entrada o si tengo motivo para escribir, dormir, y again and again. Pasamos las horas esperando el fin de la jornada y llegar a casa, los días esperando el fin de semana, las semanas esperando las vacaciones, y los años esperando la jubilación. Ver las noticias: huelga, política bélica: los hunos contra los hotros, violencia de género, homicidios, robos, guerras, amenaza de Corea del Norte, deforestación, hambre en el tercer mundo, dictaduras, pobreza de espíritu y material, cambio climático, contaminación, muerte del planeta, incertidumbre de la física cuántica, colectivos enfadados por ideologías distintas y el nihilismo de por medio dando la lata. ¿Por qué narices despertarse y ver lo mismo de siempre?

“En un lugar de la mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo, de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda. (…)”

Seguramente hayas reconocido muy rápido la obra a la que pertenece este fragmento. La gran obra del gran Miguel de Cervantes Saavedra: El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha. Una de los mejores libros jamás escritos, y me atrevería a decir que ni Shakespeare tiene una obra de tal calibre. ¿Por qué poner un fragmento de una obra de alta literatura en un clima tan pesimista? Cuando leí el Quijote tenía cerca de diez años, tenía una adaptación en cómic, y siempre me impactará de la misma forma que me impactó la primera vez la figura de Alonso Quijano, el Caballero de la Triste Figura. Al enloquecer cambia sus esquemas, los pilares de su mundo se vienen abajo resurgiendo un mundo nuevo, de aventuras de gigantes, de amor. Su modelo pasa a ser el hombre justo, el cual sigue a toda costa. 

El optimismo, la creencia acérrima de que el mundo puede ser mejor, la rebeldía que le hacía cuestionarlo todo, la justificación de todas sus acciones, el amor por Dulcinea, la gran imaginación… Para mi Don Quijote es un hippie digno de ser seguido, un modelo bohemio que te hace cuestionar porqué hago esto así, porqué no sigo mis valores. Don Quijote, aplicando a Nietzsche a esto, está más allá del bien y del mal, es el superhombre que buscaba en Así Habló Zarathustra. 

Y he ahí el porqué levantarme cada mañana, lo que da sentido a mi vida, ser el héroe quijotesco del mundo, que, a los ojos de las personas, loco, pero si loco es todo aquel que es diferente, ¿no es mejor estar loco que cuerdo? Manteniéndome en mis propios ideales, mis propios principios, no principios colectivos. Es todo buscar el sitio, no ser uno más, porque el mundo puede ser un lugar mucho mejor de lo que ya es. El meollo de esto es luchar por que se cumplan tus valores–no imponérselos a alguien a la fuerza, ojo–, ese es todo el sentido que mi limitada voz puede alcanzar a explicar.

Y te dejo así, con la incertidumbre de si me has comprendido, me despido hasta la próxima entrada.

Comentarios

  1. Comprenderte te comprendo...aunque parezca algo raro, a veces hasta comparto tu opinión.

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  2. Me gusta, me gusta ^^ No estar loco es demasiado aburrido.

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