¿Aceptar o cancelar?
Ella. Ella. Ella. No se le podía quitar de la cabeza, ella estaba bien metida en su cabeza y de ahí no salía, pero de un modo distinto al de siempre. Ya no habría más caricias, más besos, más… Ella. Ella. Ella.
Él estaba obsesionado, nunca encontraría otra igual.
Me he fijado últimamente en la cantidad de unos y ceros que tiene el código binario. Ver un texto en binario marea, y lo digo porque de tanto uno, cero, cero, cero, uno, cero, uno, cero, huno, cero, uno, uno, cero, uno… ¡Todos por igual! Y resulta que el dos es el diez, o el 10, para los binarios. Me hace pensar que en un examen, en el que saques un 2, lo pasas a binario y, se acabó, el diez está garantizado.
Y de tantos 1 y 0, ¿Habrá algún 2 gobernante? Y ¿ese 2 será tan corrupto como aquí nuestros amigos los políticos? ¿Y ese 2 no será más que un 1 o un 0 que para sentirse superior se pasa al sistema decimal? El rollo es que ese 2 gobernante–y como digo 2, puedo decir el número √e–verá a los 1 y los 0 como gente inferior, mas bajos, y todos por igual. Solo pertenecen a un sistema, de los cuales son parte fundamental, pero ellos no deben de saber nada, de lo contrario el sistema se vendría abajo.
Ahora sal a la realidad, dentro del chip de tu móvil–o mejor del mío–están todos esos unos y ceros materializados en un bit de información, un hueco lleno o vacío. Y ahora averigua tú cual está lleno y cual vacío: brujería. La cuestión es que todos realizan su función sin que tú te enteres, y ellos sin enterarse de que son, y tú y yo menos todavía, porque mira que son silenciosos, ¡es que ni te enteras que por ahí van electrones circulando como locos a velocidades por diez elevado a un número positivo.
Y ahora, ve más lejos todavía, te levantas temprano por la mañana, vas a trabajar, o a prepararte para en un futuro trabajar, y luego descansas, para volver a lo mismo. Llenas tu hueco en la oficina y luego vas a descansar dejando vacío tu puesto momentáneamente. Legas, eres un 1, te vas, eres un 0. Y ahora imagina una matriz cúbica de un millón de puestos, todos pudiendo ser 1 o 0. ¿Qué lugar ocupas? ¿Cómo saberlo si cada cara de la son cien casillas? ¿Qué tenemos entonces? Una matriz cúbica de 100 por 100 por 100, en código binario. Y dime, entonces, ¿qué gobiernan los políticos que aseguran que todos los poderes emanan del pueblo? Una sociedad en código decimal. ¿Lo ves concebible?
Seremos solo un rebaño, hasta que un 1 explote, y entonces todo el procesador caiga y tengas que llevar el móvil a arreglar o cambiarle el procesador tú mismo. Pero aun siendo así, ese 1 estará al principio solo, por el rollo que tiene a toda la matriz hipnotizada en un sueño de que el trabajo les hará libres, y lucharán por seguir siendo como son, evitar cambiar sus costumbres, y raro es aquel que es diferente, porque ese va contra el sistema, y se la aplican prejuicios la mayoría de las veces no correspondidos con esa persona.
Y creo que ser igual no es lo mejor, uno debe ser, como suele decirse fiel a uno mismo, seguir su moralidad, ser una persona, dentro de una sociedad que por desgracia le infravalora hasta que tome relevancia intelectual. No creo que quieras ser un ciudadano cero al que manejar.
Y ahora terminaré preguntándote: Ser diferente: ¿Aceptar o cancelar?
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