TAL VEZ, ¿o no?

Antes de nada, hacerte saber que le he añadido… ¿selectores? ¿botones? No sé, como se llamen. Pues eso, he añadido esos como se llamen abajo, cuando me entere de como se llaman, lo diré, de momento Blogger les dice Reacciones, cosa que he cambiado por ¿Qué te parece?, que a mi me parece más personal y cercano. Y además hacerte saber que TNT es trinitrotolueno, ¿A qué viene esto? Pues me gustaría saberlo.

¡Buenas! ¿Como se portaron los reyes este año? Espero que bien, por lo menos por mi parte sí. Lo cierto es que no esperaba nada–digo, que no quería prácticamente nada, yo soy feliz con poquito, aunque sí que me hubiera gustado una cosa... Pero depende de mi, así que nada, seguiré luchando por ello–, así que me he llevado muchas gratas sorpresas.

Ahora bien, ¿por qué este título? Pues la respuesta es muy larga, y no cabe en un Tweet, así que no la diré. De todas formas, entraré en materia (tengo que disculparme por las tildes, estoy escribiendo desde el iPad y es difícil, a parte de pesado, escribir cosas gramaticalmente correctas en este bicho):  Pues resulta que de vez en cuando me da por echar un ojo al futuro, a ver que es lo que voy a acabar siendo. Lo cierto es que yo desde siempre he querido estar por el lado más técnico de la ciencia, o sea, por las ingenierías, y durante mi vida he ido alternando entre unas y otras a ver cual me gustaba más, ¡¡desde primaria!! Pero eso es otro tema. Ahora a punto de acabar segundo de bachillerato casi tengo claro que mi sueño es ir a la Luna, o mandar a alguien a la Luna, o mandar un pedrusco a la Luna… ¡yo que sé! ¡O mirar la Luna, aunque sea!

Por eso, mirando a esa oscuridad, negra, oscura y que da yuyu que el el futuro–vivo enfrascado en el futuro… ¡y en la Luna! (Y a veces en Marte)–, se me ocurre pensar en esa teoría metafísica tan extremadamente extraña que dice que antes de abrir la puerta de una casa, se crea una infinidad de universos que se superponen y sólo con la intervención del observador hay un interior u otro–pasa también con el gato de Schrödinger, no se sabe si el felino esta vivo o muerto hasta que interviene el observador en un momento preciso, creo que no hace falta describirlo, porque es muy complicado. Quizás en otra entrada–. Si esto fuese cierto, ¡yo puedo acabar siendo torero en la Luna! O cantando en las llanuras de Mercurio canciones como "Bohemian Rapsody". Habría que contemplar todas las posibilidades.

Lo que si es cierto que me gustaría ser es millonario. ¿Cómo? Pues ya se verá, digo yo que si se trabaja duro… ¿o no? Pero claro, depende de en que se trabaje, porque si uno quiere ganar dinero rápido por hacer el gilip… el tonto, por hacer el tonto, uno se va al grupo Mediaset España, cuenta su vida, y toma, ¡tres millones por decir algo que a nadie le interesa! (Que no sé si seguirá así, que es lo más probable, porque en febrero hará un año que Telecinco esta fuera de la guía de la tele de mi casa). Lamentablemente es una de las pocas maneras de sofocar problemas económicos. Por eso haría aquí y ahora, o cuando leas esto (que puede ser dentro de 1 000 años), quiero pedir que se tenga más en cuenta el trabajo de las personas, que sé que mucha gente por ahí vale mucho más de lo que realmente se le está pagando (el 75% de los españoles que se han titulado en carreras universitarias, vaya), y luego por el contrario tenemos al grupo Mediaset–Les dedicare una entrada a ellos solitos otro día–. Y ya que estoy reclamando: quiero un viaje de ida y vuelta a la estratosfera, o a la Luna a ser posible.

El futuro a veces puede dar miedo, pero como decía Sócrates: "no se puede temer a lo que no se sabe", propongo que le tomemos por loco de atar–si yo viera por la selva un gamusino bicéfalo, que escupe fuego, de diez metros de alto, con cara de pocos amigos, yo no se lo que es, pero yo huiría lo más rápido que una persona puede huir y más, aunque no sepa lo que es el gamusino–. Pero no creo que sea buena opción asustarse por el futuro, tan sólo pregúntale al mundo: "¿Qué c**o quieres de mi? Y si te responde, acude al hospital psiquiátrico más cercano, diles que vas de mi parte.

Creo que no me dejo nada en el tintero, así pues:

Ciao!