Sin título por intromisión del gobierno


Lo puedes ocultar todo lo que quieras, pero seguro que tú también, pese a que sepas o no de política, quieres que hable de ella, aunque solo sea para darnos voces o estar de acuerdo en algo. Pero ahora, eso sí, no me juzgues, yo me sitúo en otro mundo paralelo, independiente de la política.
¡Buenas! ¿Que tal? Bien, espero, porque ahora vamos a hablar de un tema un tanto peliagudo: política. ¿Qué es la política? te preguntarás, pues te puedo decir que es aquello que sirve para dividir a la gente por pensar diferente a ti–tenía otra definición más formal, pero, ¿para qué engañarnos?
Como supongo que ya sabrás, a mi me gusta mucho ir a la Luna–¿La Luna? Sí, la Luna–, perderme en esas llanuras de polvito gris, saltar y caer a 1’62ms^-2, ver la Tierra, la mitad de la humanidad (porque la otra mitad está por el otro lado)–es un sitio que…me encanta–. Y sí, solo he ido en mi imaginación, pero, leches, ¡¡Imagine, tío, Imagine!! (mi imaginación es muy potente, y me juega malas pasadas en la oscuridad de la noche: no te puedes ni imaginar lo que yo he podido imaginar). ¿Y a qué viene esto? ¿He cambiado de tema rápidamente para no seguir hablando de lo que divide a la gente? ¡Shhh! No seas impaciente. 
Me encanta esta imagen, no sé si lo he dicho antes :P
Si te das cuenta, a mi me encanta imaginarme en la Luna, y ver la Tierra desde ella–¡¡Quiero ser astronauta!!–. Ahora imagínatelo tú (te pongo una imagen al lado para que te sea más fácil): ¿no te da una extraña sensación poder ver la Tierra en su totalidad? Ahora, vuelve a respirar, que sé que cortaste la respiración para hacerlo más real. Pues, pasando por alto la gili****ez que acabo de escribir después de la pregunta: Te tengo que confesar que a mí sí que me da esa sensación de poder ver todo en un conjunto único y, aparentemente, inmutable, pero también frágil. En cualquier momento viene un meteorito estilo Tunguska pero a lo bestia y nos fríe a todos, o a el sol le da por enviarnos esos eructos de los suyos y nos recocina, o…¡yo qué se! doscientas mil millones de cosas pueden pasar para que la palmemos todos. Y aquí viene mi reflexión reflexionada: si nuestro ecosistema, o debería decir mejor, nuestro macroecosistema es tan frágil, ¿por qué narices nos centramos en discutir, dividirnos en bandos, pelear…en vez de disfrutar de la vida, juntos, unidos, colaborando los unos con los otros? 
Mira que tener que irse a la Luna para darse cuenta de que mirándose al ombligo, con ánimo de lucro, no se consigue ni las chichas, ni el caldo… manda coj…narices, manda narices…
Pero, como siempre digo, aquí cada cual a lo suyo, yo digo que hay que mirar un poco más por el mundo en general, por vivir bien, ¡pero, ojo! Eso no implica que vivir bien sea fastidiar al del lado, que luego: Ah, como vivo bien, voy y te robo. Que eso los canis lo llevan como filosofía de vida–De ellos sí que se puede hacer una disertación larga.
Pues lo cierto es que el otro día, me encontré al antiguo alcalde de mi ciudad (bueno, me dijeron que estaba ahí, en el local que fui), lo cierto es que tuve ganas de sentarme con él y empezar tipo Sócrates a preguntarle–no lo hice porque yo en sí no lo vi, tonto de mi…–Pero ahora imagínate: Yo le pregunto:
–¿Perdone, sabe usted lo que es la verdad?–Ojo con preguntarle esto a un político porque ninguno de ellos lo sabe, ¡¡mucho cuidado!!
Y a esto que me hubiera respondido algo como: “La verdad es no decir la mentira”, luego yo le hubiera preguntado: 
–Y entonces si yo digo una verdad que no es mentira, y oculto la parte que me interesa, ¿eso es verdad?–Otra pregunta para preguntar a un político.
No será verdad si no la cuentas por completo.
–Pero todo lo que cuento es verdad, luego lo que no diga, nadie sabrá si es verdad o mentira.
Pero lo que tú ocultes puede ser un dato crucial para el desarrollo de la verdad–me diría.
Luego es mentira.
En parte.
–O sea, la verdad no sería solo la no mentira, ¿no?–y con esto dejas al político ya cascao del todo.
La verdad es la no mentira siempre y cuando sea dicha completa.
Y ya rematas:
–Veo que sabe lo que es la verdad, entonces ¿por qué no la aplica usted en sus discursos?
Y ya, si no te miente, saldrá corriendo, o bien desviará el tema. Lo cierto es que sea del partido que sea, responderá algo parecido. También le puedes preguntar qué es el bien, o la belleza, solo que eso último está ya más fuera de lugar, a parte de ser una moñería.
Bueno, podríamos estar hablando de esto toda la noche, pero no quiero extenderme con excesividad. A mi lo que me gustaría es que la gente no estuviera dividida por ser de un bando o de otro. Así que me despido diciendo que cada cual haga lo que mejor le parezca, que yo seguiré en la Luna, os estaré mirando desde un telescopio.
Ciao!

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