En blanco

Que poquísima vergüenza la que aquellos que, con una cara predican la paz mundial, el amor y la no-violencia, pero actúan con odio, guerrilleando, gente violenta. ¿Cómo sois capaces de usar como pretexto un mensaje de alegría y libertad para hacer el mal y oprimir? ¿Cómo tenéis esa cara?


Hoy se dan situaciones en las que te preguntas: «¿Qué mal he hecho?» porque no puedes explicarte cómo a una persona, ajena, desconocida, puede molestarle tantísimo tu felicidad, cuando, sobre todo, según tu moralidad, y según la de cualquiera que se precie como persona pacífica, eso que haces está bien.

Como un bosque, crecemos rodeado de gente, miles de árboles que crecen junto a nosotros, nos rodean, nos hacen compañía, y a veces, hasta nos asfixian. A diferencia de un bosque nosotros crecemos con ayuda, gente que nos da su apoyo, gente que nos socorre en caso de emergencia y que, sin lugar a dudas, se puede contar con ellos para lo que sea que siempre estarán ahí. 

Un bosque crece más y más, cada vez es más alto, lleno de árboles que sólo busca un objetivo común, la supervivencia, mediante la luz y los nutrientes, una dura competencia, donde sólo sobreviven los más aptos. La especie humana es diferente, en el sentido de que ya no sobreviven sólo los más aptos, y no todo se ciñe a una dura competencia por la supervivencia, una guerra sin cuartel entre unos y otros. Una característica humana, cada vez menos presente, hasta el punto de ser virtud para mi, es el respeto.

El respeto, para mi es una virtud que pocos tienen, porque no todos son capaces de aceptar, con cierta sumisión, la opinión o a una propia persona. Aunque es verdad que no todas las opiniones son respetables–dependiendo de la moralidad de la misma y de la madurez del opinante–, siempre nos gusta que nos tengan en cuenta, y es cierto que mientras más alejada de la opinión común, menos respetada es, porque suena raro oír una cosa diferente.

También hablo de respeto enfocado en el sentido de la tolerancia, o sea, aunque una opinión puede no ser respetada, no podemos, en ningún momento, desde mi punto de vista, dejar de respetar a una persona, tolerarla, porque todos tenemos dignidad, y pedimos, reivindicamos y exigimos ser tratados con dignidad. Es grite como parece que últimamente el respeto hacia las personas va cayendo, como si no importaran como si fueran meros objetos, sin alma. 

Tanto los jóvenes como los no tan jóvenes parecen haber perdido el respeto al resto de la humanidad, cayendo en el individualismo, el yo por delante,  y al mundo, al resto de personas, que las zurzan. Por parte de jóvenes se hace patente una clara falta de consideración con los mayores, pero también parte de los más mayores, con la reivindicación del respeto caen en la arrogancia, volviendo a lo mismo, egoísmo por todos lados.

Tengo que decir también que podemos cometer inocentemente alguna falta de respeto hacia alguna persona, algo sin malicia, pero que esa persona considere algo de escasa moralidad, en mi opinión, lo excelente es pedir perdón, disculparse por la molestia causada. Pero, ojo, no te disculpes ante un necio que usa tu falta como pretexto para faltarte. Esa incoherencia de reivindicar respeto sin respetar es lo que un hipócrita hace a diario–y como ya sabes, la hipocresía la llevo un poco mal–. Por culpa de gente como esa se produjo el Holocausto, por culpa de gente como esa se exterminaron miles de judíos, por culpa de gente como esa estuvo vigente durante mucho tiempo el apartheid, por culpa de gente como esa durante la colonización de América se produjeron verdaderas barbaridades y crímenes humanos, la inquisición arrasó con «infieles», hay hambre en el mundo, pobreza, miseria, gente oprimida, guerras… Violencia, muerte, asesinatos, genocidio, provocados por un mismo factor: la falta de respeto. 

Y yo pregunto: «¿Tan malo es no respetar a las personas?» Como derecho humano fundamental, sí. Por eso, hoy en día, aquel que es capaz de respetar y ser tolerante con razas, religiones, opiniones respetables… personas, tiene una Virtud Humana Fundamental.

Comentarios

más leídas