Partes de alma

Hace diecinueve años… son pocos, pero espero por lo menos igualar y superar en años el tiempo que esté junto a ti.

En un acto egocéntrico nació esta entrada, entre música y aquella extraña inspiración que sólo en ocasiones me visita, quizás en un pequeño acto de reivindicación para que se tomen las riendas y no me quede sólo en lo teórico, tomar la iniciativa como sólo un loco sabe hacerlo, así pues, he decidido he decidido volar como un pájaro oscuro, sólo como esos que al atardecer alzan el vuelo, inspiradores de pequeños ensayos filosóficos para alguna mente inquieta, quizás una bella chica que asomada en su balcón los contemplaba.

Ella podría estar revisando su cabello, sus oscuras e hipnóticas ondas bajando por su cabeza, esperando que un sueño se filtre por sus persianas, saliendo de su habitación a conocer el mundo, creando la utopía perfecta, es en ese momento cuando ella se da cuenta que es bueno soñar, soñar que se hace diminuta y se cuela por los lugares más recónditos por donde nadie la pueda ver. Inevitablemente, siempre habrá un enredo, y estaba claro que no lo podría evitar, una lucha mental interna en la que nadie podría meterse, pero sabia que eso daba igual, porque ella es INVENCIBLE, con todas sus letras.

No estés triste se decía a sí misma cuando la alegría la dejaba en el camino desamparada, cosa que últimamente parece no hacer, sola escuchando la risa del reloj, cuya velocidad nunca estaba determinada. Pero con la intención de crear, comienza un nuevo ensayo filosófico, melancolía aparte, consultó a su parte más diminuta, a su yo más íntimo de qué tiene necesidad de imprimir sobre su papel en blanco y escribe el título: "Nunca".

A lo Platón, sigue escribiendo, en un suspiro, piensa: "Quién sabe… a lo mejor quien lea esto no sabe que la idea de todo esto ya está cerca, soplándole a la cara". no tenía muy claro quien podría ser el verdadero protagonista de la historia, miró a los libros de sus estanterías, pero ella no quería más dramas, ella quería poder terminar diciendo "feel like a lady with pipa", como le gustaba sentirse, aquella sensación era como cuando le era lanzado un piropo. 

Levantándose del escritorio, todo parecía tan normal, tan nuevo, tan brillante como siempre, viendo su trayectoria tan oscura como la noche más cerrada, "espero que algún día venga alguien y me ayude a iluminarlo" pensaba, sabedora que el secreto está en las nubes, toda fuente de inspiración se encontraba allí, en ese lienzo nunca igual que es el cielo. Pensando en aquel error humano de confundir felicidad con éxito, ella debía ser feliz antes que su pequeño ensayo, lleno de reflexiones de la soñadora, filosófico calara en el lector.

Llámalo magia inspiradora, pero de pronto su semblante se tornó en una cara de poker, su parece más alegre, un optimista de incógnito, comenzó a susurrarle toda clase de buenas ideas, perfectamente utilizables, fluían como el agua, algo totalmente insana-sanamente. Por su mente pasaba un sabio consejo, el dilema de saber o no saber, labras vacías, una patata… 

Como una ventana abierta por la que un pequeño pajarillo con afán pícaro intentando asustarla con un ¡buh!, se encontraba en su estado más receptivo, para volar tan alto como un águila. Con la curiosidad del gato comenzó la búsqueda de la belleza, intentando que aquella idea a parte de su filosofía tuviese buen gusto, siendo así, desechó la anterior idea y comenzó a escribir.

Su regalo: eternidad, sin saber que el regalo más grande que le pudo hacer a este escritor era su propia existencia.

Felicidades, mi soñadora.