Un amigo

Un amigo lo es cuando está ahí siempre, tanto en lo bueno como en lo malo. No es un pañuelo de lágrimas ni tan sólo es un colega con el que pasar el rato y ya está. Un amigo te consuela en los tiempos de melancolía, es esa persona que se ríe con tus bromas y sabe pedir perdón y perdonar si la situación lo requiere. A un amigo no le interesa el valor de la amistad porque es la propia amistad lo que le importa.


Un amigo es aquel que no te pide cuentas por lo que deberías haberle hecho, ni te reprocha a su favor tus acciones. Un amigo es aquel que te perdona si verdaderamente estás arrepentido. Es esa persona con la que el dinero no se pone por medio, porque entre amigos no existen deudas, y es el que respeta tus opiniones y preferencias sin negarte nunca la palabra. No existen tensiones ni rencores porque todo se habla y soluciona. 

Un amigo se alegra de tus triunfos como si fueran suyos, celebra tus victorias y te anima en las derrotas. Es aquel que nunca te pone excusas, porque para verte le sobran los argumentos. No te sobrevalora ni te subestima, porque te aprecia tal y como eres, y no intenta cambiarte ni se avergüenza de ti, porque para eso mejor buscarse a otro. Un amigo te guía en los momentos mas oscuros, el que puede decirte que cuando se toca fondo sólo queda ir hacia arriba.

Un amigo no pone su amistad en un altar, porque no es una relación para adorar, una amistad guarda una relación de tú a tú sin jerarquías ni prejuicios. Es esa persona que te mira y te ve sin más decoro social, sin más máscaras, porque ve dentro del alma. Un amigo no te fuerza a hacer algo que no te gusta, es aquel que te saca de las situaciones más incómodas, pero siempre está a tu lado.

Tal vez un amigo no te enseñe a montar en bici, ni te deje practicar con su coche si te sacas el carnet. No tiene porque mantenerte con dinero, y tal vez no se preocupe porque tu pareja no sea la adecuada. Un amigo tal vez no te pida que lo llames cuando llegues a tu destino, ni te pedirá que por favor no llegues tarde a casa, porque un amigo no tiene porque preocuparse tanto.

Un amigo no va a pasarte sus gustos y aficiones, ni te enseñará que es la buena música. Nunca tuvo que pasar por tu infancia a velar que nada interrumpiera tu sueño, ni será aquel que en su día te enseñó con sus colores cómo es el mundo. Un amigo nunca estuvo en tus primeros pasos, ni escuchó tu primera palabra con la emoción contenida, ni tiene porque mantenerse a toda vela cuando vamos a barlovento.

Un amigo es un tesoro y yo lo reconozco, también admito que en su momento tuve millones, y ese número se vio reducido conforme avanzaba mi edad. Muchos se han ido de mi lado, otros se mantienen firme y casi se lo debo todo, y otros nuevos vendrán, con otras historias, y otra canción. Pero para mi el más importante es el que siempre se mantuvo a mi lado, un hombre que a mi me lo ha dado todo a cambio de nada. 

Alguien para el que fui un sueño, un proyecto y una realidad. Una persona a la cual merece la pena seguir sus pasos, y aunque a veces nos enfademos, tal vez por tonterías poco trascendentales. Sé que el único capaz de superar a un amigo ese es mi padre.  


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