Hallada muerta en la bañera

“Se conoce que la pobrecilla ha sido inducida al suicidio por su jamón asesino” (*N del T: Recién traducido del portugués por el traductor de Google)

¡Buenas! Tengo que confesar que tras ver dos o tres chirigotas con el portátil entre las piernas estoy empezando a comprender porqué dicen que este bicho afecta a la salud masculina…¿no se supone que esto tiene un ventilador que refrigere la máquina?

Como sabemos, la literatura ha evolucionado con el tiempo, desde libros como el Cid, el Quijote y otros clásicos que están gratis en internet, hasta los best seller que hay ahora, donde muchos no solo se merecen el best seller, ¡sino que su autor merece un Nobel! Pero otros… yo sé que hay gente que le gusta y tal, pero… ¿Las cincuenta sombras de Grey?¿Crepúsculo?–Ambas novelas eróticas, la segunda para menores, y por eso no esta calificada como tal, pero Crepúsculo es una novela erótica para niños, te lo digo yo que, con vergüenza, admito habérmelo tragado–. Esperemos que de la primera no hagan también doscientas películas–esto se suele decir delante de personas educadas, ya escribiré una entrada sobre esto y mi teoría del campo educacional o modal–. 

Aunque estas dos son más aceptables que otras… sé que escribir un libro tiene su mérito,  pero, ahora bien, cuando lo escribe el primer tío que pasa por la calle, de esta gente que digo yo que se creen famosos y, por extensión, importantes/ héroe nacional–no quiero dar nombres, ni decir dónde trabaja… ejem, ejem, Mediaset, ejem, ejem…–, que por haberlo escrito él (o ella, que sé que si no se dicen ambos géneros trae sus consecuencias, sobretodo para los jóvenes y las jóvenas) ya tiene muchísimo más merito que aquí el menda.

Así pues, resumiendo, si el tío este, por salir en un programa de televisión–para escupirle, al programa… a ellos… también, pero no lo hagas que queda mal, eh–, que escribe un libro, tiene más mérito que un escritor medio, que tiene sus estudios y tal, ¡Ah! Pues dale tú el best seller, mandará narices y aparatos genitales (co***nes), que yo me opondré a que lo reciba si su calidad y contendido no valen más que los de cualquier escritor medio.

Así, pues, no me dejo nada en el tintero, y ya me callo, pero seguiré indignado con Mediaset y esta gente que se cree importante y escribe  un libro que se convierte nº 1 en ventas por ser él, y no por lo que escribe–“Mis imbecilidades y gilipo***ces” por cualquiera de Mediaset, o, en su defecto, Telem**rda–. ¡Hasta la siguiente entrada! 

–Espero que se halla comprendido, que si no va a parecer que me contradigo, si lo parece, es que no me he explicado bien–