Escarabajo de Minerva
Sé de sobra que esta entrada no superará en visitas ni en calidad a "La Senda del lobo" porque no es lo mismo, al igual que no es lo mismo la viejita que canta junto a la tele en el Se llama Copla que la voz de Kurt Cobain.
Como dijo Blas Infante, andaluces levantaos, que luego nos viene una cualquiera de no se dónde a decirnos que no sabemos hablar… ¿qué se habría fumado esa? Lo mismo que Cayetano de Alba cuando empezó a decir lo malísimos que somos, cuando los políticos catalanes empiezan a decirnos cosas… y los demás se contagian porque como blanco perfecto, el del centro de nuestra bandera andaluza.
¿Pues sabes que te digo? Que sí, lo que tú digas, vagos, vagos, hasta el punto de que hasta nos tenemos que levantar de la cama por las mañanas, con lo bien que estaríamos todo el día en la cama… a ver, si a todos nos gusta descansar, pasarlo bien, divertirse. Me dirán que les gusta trabajar, mueren por hacer algo con ánimo de lucro y que estar relajado en la playa/campo/montaña/relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor es la tarea más tediosa que han llevado a cabo.
Vagos, vagos, vagos, tanto que en vez de hacer eso que nos gusta, esas cosas de golfos como la feria, nos ponemos a trabajar–y a veces casi en contrato ONG sin ánimo de lucro–. Y ya hay que ser vago como para levantarse a las 6:30 de la mañana para desempeñar una acción que, independientemente del gusto que ello nos infunda, está remunerada. Vamos, un tópico muy acertado. Porque las 6:30 de la mañana, para muchos ni existe, la gente que hace cosas serias como vivir tumbados cual lagartos, y hay que ser muy vago para levantarse a esa hora.
"#ExpresionesAndaluzas Ah que saben hablar?" Esta tuitera nos ha demostrado con su gran retórica que no sabemos hablar, efectivamente, contamos con un alto nivel de analfabetismo, analfabetos de la talla de Aleixandre, Gustavo A Bequer, Lorca, Cernuda… yo mismo ¡ni se leer, ni escribir! ¿Y usar doble sentido? ¿El sarcasmo o la ironía? Es que no sé ni lo que significa.
Esta tuitera vemos que, como bien se expresa, con un amplio uso de signos de puntuación para diferenciar la exclamación de la interrogación retórica, que se compadece y se solidariza del gran problema del analfabetismo andaluz, el cual, en pleno siglo XXI sigue siendo uno de los grandes temas a debatir en las mesas del congreso–después del importante tema de mantener los bolsillos de nuestros líderes supremos bien llenitos–, provoca grandes quebraderos de cabeza en nuestros políticos, que tienen que tomar tres pastillitas de Eno digestivo para sofocar los retortijones de la preocupaciones.
Todos sabemos que aquí en el sur somos muy vagos, tan vagos, tan vagos, que ¿para qué contraatacar a las ofensivas de otras comunidades? Pero tan vagos, tan vagos, que en poco diferimos cuando, para insultar a Andalucía bien que generalizamos y aplicamos tópicos. ¡Terminamos antes diciendo que todos los andaluces son vagos, analfabetos, sucios, ignorantes y muertos de hambre por estar todo el día de cachondeo! ¿Por qué narices vamos a tener en cuenta a los miles de andaluces emprendedores que contribuyen a que esto no sea un agujero negro? ¿Para qué tener en cuenta la gran cultura, la historia, que ha tenido Andalucía? ¿Por qué no centrarse en la cantidad de mangantes y maleantes en vez de en los miles de maestros, profesores, psicólogos, abogados, médicos, farmacéuticos, ingenieros de todas las especialidades posibles, escritores, poetas, dramaturgos, actores, actrices, cantantes…?
Andalucía no está pasando por su mejor momento, pero España tampoco tiene mejor aspecto, y, respeto el resto de comunidades de España, y todas tienen algo que me encanta, pero si nos dejamos guiar por el odio hacia los andaluces… así empezó Hitler.
Comentarios
Publicar un comentario
Me gustaría saber tu opinión sobre esta entrada.