Tantos libros por leer

Quizás no siempre fue mi sueño, pero de unos años a esta parte me encantaría poder tener una biblioteca con miles de libros que me pueda leer. Me gustaría poder pasar horas y horas encerrado en aquello que cada libro tiene que contarme. Miro mi modesta estantería se queda pequeña con libros leídos y libros por leer, mis libros favoritos y los que he abandonado. Acaricio sus cubiertas, suspirando, ¿cuántas veces habré deseado ser el protagonista de una de estas historias?

El tiempo, que siempre parece correr en nuestra contra, pasa de una manera tan diferente cuando un libro te absorbe. No es ni más lento ni más rápido, simplemente pasa de una manera diferente, inefablemente diferente. Cuando el mundo te exige que encuentres tu lugar en él, sin tener ni idea de qué poder ser, un libro te ofrece una posibilidad de ser alguien el su pequeño gran universo que esconde entre sus páginas. Por un momento vives en cierta certeza de que tu vida está resuelta.

Un libro termina, una historia que se cierra, quizás para siempre, tal vez solo sea una pausa. Otro libro empieza, con una nueva vida, un nuevo mundo, un nuevo universo. Por cada libro nuevo que abro, es uno que se retira de esa inmensa lista de libros por leer, son diez más que entran. Mil expectativas, dudas de si me gustará, si llegaré a llorar con él… Me fijo en uno de los libros que más me han emocionado. Las yemas de mis dedos se pasean suavemente por su cubierta.

Inevitablemente pienso en ti. En tu afán por leer lo más variopinto de la literatura universal. Se me eriza el vello cuando me dices que piensas en mi cada vez que un personaje es más amable con la protagonista, cuando se parece a mi, o simplemente necesitas tenerme en la historia. Tal vez parezca una tontería, pero hay veces en las que cada mes, cada año o incluso cada día se me antoja como un libro de una gran saga que nadie sabe cómo acabará.

Que asemeje los libros al estar contigo está muy relacionado a la magia de la lectura, esa que hace que no ansíe leer el final, sino que vaya disfrutando de cada capítulo, cada página, cada frase tan hermosamente escrita en negro sobre el blanco del papel. Esa magia que me hace pasar horas y horas delante del libro, viendo como a cada palabra se va poniendo más emocionante. Palabras que me transfieren emociones, sentimientos. Ser capaz de reír y llorar con sus párrafos.

El hecho de ser yo uno de los dos protagonistas de esta historia, que a día de hoy quiero suponer interminable, es para mi un sueño cumplido, un deseo no formulado que ha llegado a mi como un suspiro al viento. Y aunque a veces mire al futuro y piense en cómo será, son páginas que aún no puedo, y sinceramente tampoco quiero leer. Para llegar a un punto, como el que estamos ahora, no me hubiera gustado saltarme ninguna página intermedia, por eso quiero vivir el ahora, la página que estoy leyendo.

Aún siendo plenamente que no todo va a ser un camino de rosas, no envidio, en este sentido, a los personajes de las novelas que están predestinados a hacer lo que las palabras de sus páginas describen, porque sé perfectamente cual es mi lugar en nuestro pequeño mundo, tan mágico: a tu lado. Y estando lejos de tener la vida resuelta, siento la tranquilidad de tener una relación estable y no falta de cariño en medio de un maremágnum de cambios.

Por eso al pensar en ti, en nuestra relación, veo reflejada una biblioteca de recuerdos y anécdotas que para nosotros se quedan. Y al lado de todos los libros leídos hay tantos libros por leer, tantas historias por contar, por vivir… Dame la mano, y empecemos juntos otro nuevo capítulo del libro de nuestras vidas.