Confinado

Todos tenemos un secreto guardado celosamente, algo que sabemos, que nos ocurrió, una simple explicación, lo que hicimos en un pasado negro que el olvido no quiere guardar en su seno y nos pesará hasta nuestro día final. Todos guardamos una verdad que vive confinada por los muros de la mente. Unas palabras que nunca saldrán de esta boca, el agua de un pozo que no tiene un cubo con el que sacarla. Yo soy el único que sé tu secreto. Soy tu secreto.

Soy aquel que vive en tu interior, el que te susurra por las noches toda la ira que contengo durante el día. Soy el que conoce tus momentos de tristeza y el que te anima en momentos de debilidad. Al que oyes murmurar tu nombre cuando solo la soledad te acompaña. Soy el que siempre está a tu lado, conozco tus sueños más profundos, tus ilusiones más dulces, tus penas más melancólicas. Sé cuál es la voz con la que cantas cuando crees que nadie te oye.

Te grito con furia cuando siento que tu vida se escapa de entre tus manos, cuando cruzas los brazos a la espera de un milagro que resuelva tu problema, cuando día tras día tu existencia se desvanece sentado en un sofá frente a la tele. Soy esa parte de ti que repudia la rutina y quiere que salgas a la calle, que vivas esa aventura impresionante con la que siempre has soñado. Soy el que te hace ser quién eres.

Soy la impotencia que hace que cualquier corazón noble se desboque, la injusticia que se lamenta errante por los rincones de tu alma. Yo soy ese sentimiento de aflicción que se acomoda en tu cuerpo y te impide ser feliz, soy esa lágrima que se resbala por tu mejilla cuando tus fuerzas no te permiten seguir, cuando la tensión se rompe en miles de cristalitos que se clavan como espinas en tu estómago. Soy la desesperación de vivir en un bucle infinito.

Muero cuando te conviertes en el fantasma de ti mismo, cuando no eres más que una simple marioneta sin vida y sin sentimientos, cuando tu vello no se eriza con la música, cuando se acaban tus metas e ilusiones. Muero cuando intentas vivir una vida plana y sin emociones ni motivos por los que luchar, cuando la razón no habita en tu mente, cuando el amor no habita en tu corazón, cuando a tu cuerpo no le queda ningún deseo por seguir funcionando.

Vivo en tu risa más auténtica, en la mirada apasionada y candente que refleja esa seguridad en ti mismo, en la razón a la que te aferras con ímpetu cuando todo va mal y piensas que cuando has tocado fondo sólo queda subir a la superficie. Vivo en ese perdón melifluo que sale de tus labios cuando tu corazón se arrepiente profundamente, cuando desatas tu imaginación para crear de la nada un mundo nuevo, en los acordes que te hacen tararear la canción de tu infancia.

Soy aquel que te hace desear ser más alto, más inteligente, más fuerte o más astuto. Soy el que hace que te fijes en esa chica, el que prende una pequeña llama que se expande rápidamente en tu pecho, el que te empuja a enamorarte, el que te muestra el camino para ser lo que te propongas. Soy la chispa de la vida que habita en tu interior, el que necesita del combustible de ti para explotar y hacerte sentir vivo.

Vivo confinado en ti, siempre deseando salir para hacerte ser quien eres. Si me reprimes mayor será la fuerza con la que la próxima vez explote, pero si decides vivir conmigo y no en mi contra verás cómo tu vida cambia y nadie podrá vencerte, porque soy tu yo más humano.