Si no es contigo

El día que amanezca, y no tenga tu mirada de amor incondicional, el día que el sol salga y la negrura invadiese las calles de esta triste ciudad, a la que tu y tu sonrisa, más radiante que el sol, llenas de alegría, como una fiesta de primavera, como si con tan solo tararear las flores crecieran hermosas ante la belleza de tu voz.

Si llegara ese día, en el que tu mirada se congelase al verme a tu lado, sin irradiar ese brillo natural que me enamoró aquella vez primera en ese parque el día de la más bella primavera. El día que tus ojos dejen de reflejar la parte más pequeña, profunda y pura de tu alma cuando se cruzan con los míos, y en mi mirada no veas más que una puerta abierta al que fue tu hogar y ya no quieras entrar… 

Tal vez ese día que amanezca y mi olor no te resulte tan agradable como siempre lo fue, que me encuentres más defectos insalvables que las virtudes que de mi te enamoraron. Tal vez ese trágico día que un beso tuyo tan sólo sea un compromiso social y no como algo que sale del sitio más puro y profundo de tu corazón. El día que al salir el sol las palabras se perdieran en el aire, y nunca se vieran transformadas en hechos…

Ese día que mi mesa se quede vacía sin nadie que quiera compartir mi comida, que de las dos tazas de té de media tarde tan sólo una de ellas se llenara, triste y abandonada, que los besos que tengo por darte se perdieran en el vacío más oscuro e inmenso. Ese día que no sea recíproca esa pasión interminable de quererte, que aunque tenga de todo, sin tu respiración y el latido de tu corazón me siento tan poco… 

Si la vida es un tango, como dijo un poeta, pues baila lento conmigo, sintiendo cada paso como si fuera el primer día que empezáramos a enamorarnos. Despacio y otra vez, bailemos los dos, como si aquel día que antes he descrito, nunca llegara. Vivamos el momento sin más preocupación, como un paso del tango para que salga bien y además sea el más bonito, y qué más da el qué dirán, si nos ven bailar otra vez como si fuera aquella primavera.

Que sé que la vida es un sueño, así que sueña conmigo en esta noche estrellada, con el mundo maravilloso, el que está en nuestro piso de abajo, nuestro subconsciente. Con los mejores momentos que quedan por llegar, las mejores navidades, los mejores veranos, ferias y carnavales. Sueña conmigo que si no hay sendero, haremos camino al andar, y ante cualquier obstáculo aquí tienes mis brazos, por si necesitas mi apoyo, te brindaré un abrazo de los más cálidos que pueda darte.

Yo estoy seguro que todo esto es un sueño que estamos compartiendo, un sueño que quizás no es perfecto, pero es que yo me niego a vivir sin tu amor. Un sueño donde podemos construir castillos de ensueño sobre las nubes de dulce y suave algodón, donde bailar sobre los cielos iluminados por la suave luz de la luna llena más grande y bonita que jamás hayamos contemplado juntos, que nos mira con envidia por ser la segunda cosa más bonita de nuestro universo.

Pero si como dicen se cumple que al tercer invierno nuestra llama se apaga y amanece una mañana un sol negro que inunda todo de tristeza y vacío que ni tu sonrisa más pura pueda alegrar, ese día que amanezca y que el viento se lleve con su furia nuestro amor a otra parte donde no lo encontremos jamás, esa misma noche, brujita de mi alma, vamos a parar el tiempo y que nunca amanezca.