El que la lleva la entiende

Pasan las horas, día tras día, año tras año, década tras década, siglo tras siglo, milenio tras milenio, eón tras eón… y nunca hizo un inciso para tomar aire, descansar y luego seguir, jamás. Es el único que lo ordena todo y lo pone en su sitio, o lo elimina lentamente sin dejar ni rastro. Sólo tengo una pregunta, ¿qué nos tiene deparado?


Todo empieza con un pequeño ser que un buen día decidió evolucionar, erguirse sobre dos piernas, y comenzar a andar, empieza a desarrollar consciencia y descubrir que aquello que tiraba a un hoyo no era un simple muerto, sino el cadáver de alguien a quien tenía afecto. Empieza a plantearse lo efímera que es la vida y que en algún momento él también morirá, y se consciencia de que algo habrá en el más allá. Comienzan las grandes religiones.

Las cosas empiezan a mejorar, nace el comercio, el dinero empieza a marcar diferencias entre ricos y pobres y es en las polis griegas donde comienza a regularse a los gobernantes y a discernir entre lo correcto en privado y en público, nace la política, con ella la verdadera democracia y el concepto de asamblea. Con todas las necesidades cubiertas, el humano empieza a plantearse cosas muy trascendentales, naciendo la filosofía.

Poco a poco la lengua que dominaría gran parte de Europa se iba arraigando, naciendo los mejores guerreros de la historia, llegando a conquistar hasta a una de las mayores mujeres de la historia, la reina de Egipto. Las mejores edificaciones se cimentaban de la mano de grandes ingenieros romanos mientras los bárbaros del norte atacaban sin posibilidad alguna de vencer. Pero el imperio se hacía insostenible, la religión cambiaba y la economía no permitió mantener el ejército.

La Santa Iglesia mantiene a raya todo tipo de desviaciones del buen camino, la filosofía empieza a decaer y la cultura comienza a morir al exterior de los muros de los monasterios, hasta el año mil, la población estaba sumida en una gran depresión románica, a partir ahí el gótico abre camino a la luz, más tarde una mirada atrás da paso al renacimiento, vuelve la cultura pero la ciencia, joven e inexperta decidió separarse de su madre la religión e imitar los progresos judeo-islámicos.

América se alza en el horizonte, grandes conquistas, que no resultaron muy laboriosas por la regla de que no importa cuantos indígenas mates, las tierras son nuestras, naciendo así el imperio español y portugués. Los piratas y corsarios toman el protagonismo en las aguas atlánticas, donde no se podía navegar tranquilo. Mientras España pierde su territorio comienza la época de los grandes imperios, entrando en el siglo de oro de la literatura.

En la Francia más oprimida estalla la revolución del pueblo, posteriormente, la industria comienza a alzarse, nacen los primeros sindicatos. El asesinato de Sarajevo marca el inicio de la conocida como Gran Guerra, tras la cual renace la democracia levemente deformada y con ellos el legado de los romanos, el totalitarismo. El fascismo comienza a aferrarse a Europa, mientras en Rusia el comunismo hasta el veintitrés que se crea la Unión Soviética.

Alemania, liderada por Hitler comienza la segunda Guerra Mundial con la invasión de Polonia, unido a Italia y Japón luchan por invadir el territorio. Hiroshima marcó el final de la guerra con la Fat Boy, bomba arrojada desde la Enola Gay. Comienza así un periodo de Guerra Fría entre el capitalismo y el comunismo hasta la disolución de la URSS y la caída del telón de acero. Miles de colonias piden su independencia por todo el mundo.


Empieza así un periodo de paz, grandes avances científicos, y médicos como el desciframiento del genoma humano, hasta una crisis económica mundial donde se pone de manifiesto que para la sociedad que se ha consolidado el dinero lo es todo. En una época de tantos cambios que ni el mundo mismo sabe su destino, pero el tiempo sigue corriendo, sigue adelante mientras se nos cierne la incertidumbre de un porvenir incierto, la historia, desde luego, sólo el que la lleva la entiende.

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