Mil noches contigo
Hay canciones que, aun sin ser las más bonitas que haya escuchado, son especiales. Canciones que le hablan directamente al corazón, que jamás ostentaron un número uno en las listas de las más escuchadas, pero dejan una huella profunda. Son canciones que no se olvidan, las que siempre están en la mente, las que aunque no las escuche a diario, con sólo oír su melodía me emociono como la primera vez. Aunque estén compuestas por otra persona parece que son versos que nacen de mi alma.
Hay canciones que te dan fuerzas para esforzarme por ser una buena persona, para creer de nuevo en el amor. Mensajes de amor resumidos en pocas palabras que viajan con su melodía por mis oídos, que consiguen que me emocione, que sienta ese cosquilleo en el estómago. Esas que invitan a llamarte, a verte porque en mi fuero interno se han generado unas ganas de darte un abrazo finito en el tiempo, infinito en el sentimiento, y estar tan sólo contigo.
Son canciones que se guardan en un rinconcito del corazón, a salvo de cualquier mal. Junto a todas aquellas cosas que quiero proteger que me gustan tanto, que forman parte íntegra de mi, y me hacen ser como soy. Detalles de amor, como una caricia en la mejilla, que llenan mi ser de alegría. Miles de susurros al oído diciéndome que me quieres, día tras día, noche tras noche. Yo quisiera ver cada mañana esa sonrisa y esa mirada al despertarme.
Como una noche en el bosque, cuando mirando al cielo esperas a que ante ti se revele un universo de estrellas. Cuando sientes esa conexión ancestral con la naturaleza. Respirar la vida en su estado más puro. Como ver nubes en el desierto cargadas con agua. El abrazo del fuego de la chimenea en las noches de invierno. Una melodía a la que tu mente le pone letra, a la que tu corazón le pone pasión. Como cuando vives todo eso junto a la persona que más quieres.
¿Cómo decirte te quiero sin que suene a algo que ya has escuchado o has leído? ¿Cómo volver a ser original y expresar lo que siento sin que suene a lluvia sobre mojado? Que una vida solamente me parece demasiado corta para estar a tu lado. Quisiera bailar contigo en primavera, mientras las flores crecen a nuestro alrededor. En verano reír en la playa cuando se vaya el sol. Quiero que en otoño demos paseos sobre una alfombra de hojas marrones, y en invierno darnos calor con un abrazo.
Imagínate que el eco de tu alma que sale por tus ojos, en forma de mirada enamorada, se cuela por los míos hasta mi corazón. Imagina que elegimos querernos tanto tiempo como nuestros cuerpos nos lo permitan. Tenerte a mi vera año tras año no tiene precio. Déjame crecer junto a ti, que nos hagamos mejores personas el uno con el otro. Déjame que cada día ocupes mis pensamientos y cada noche habites en mis sueños como lo has hecho estos mil días.
Quiero más paseos descalzos por la playa, quiero darte más besos en la frente y abrazos por la espalda de lo que puedas imaginar. Si hay lágrimas quiero secártelas, si sonríes quiero reír contigo porque cada sonrisa alegra mis días. Si sientes que tu alma quiere rozar el cielo con los dedos y seré quien te alce, y será mi mano la que te preste su apoyo si te caes. Quiero robarte otro beso sin que lo esperes. Seguir siendo feliz porque te hago feliz.
Hay canciones que no se olvidan, las que siempre están en la mente, las que aunque no las escuche a diario, con sólo oír su melodía me emociono como la primera vez. Y no hay mejor canción en este mundo que el latido de dos corazones enamorados que se dicen te quiero.
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