Analice sintácticamente su clave Wifi
Me gustaría que antes de empezar a leer tomes una taza de chocolate caliente, del que más te guste, hay miles de marcas, el otro día me fije en un supermercado (que obviamente no era Mercadona), pues como te lo digo, miles de marcas de chocolate. Increíble, menos el chocolate de Bosque Verde (o en su defecto, Hacendado), por ser de marca Blanca. Lo cierto es que me sentí un inculto, supermercadamente hablando.
Pero a lo que voy: quizás no te hayas parado a pensar en la cantidad de absurdos que nos rodean, y que sin embargo nos hacen felices, vaya, casi como el caso de hacer la croqueta. Yo no sé tú, pero yo cuando voy a sacar a mi perro (Cairo) y veo que no hay nadie, al estar aquello en medio del campo, desierto, sin nadie mas que yo y Cairo–el cual a veces es un estorbo para mi mente filosófica (por esta manía que tienen los perros de traer un palo para que se lo tires), o por el contrario, es una muy buena compañía para los días que no quiero pesar–, pues me subo a un cerro y me deslizo colina abajo haciendo la croqueta con mi perro detrás (ladrándome, que más que labrador parece ladrador). Y, oye, aunque yo se que desde fuera pareceré un loco de 1'80 croqueteando colina abajo, yo me lo paso bien, pese a que no es una práctica que haga muy a menudo… vale, solo lo he hecho una vez, pero ¿no dice el dicho popular «para una vez que maté un gato me llamaron matagatos»? Pues es aplicable.
Otro absurdo que da así como la sensación de felicidad es ir con la bici, despegar las manos del manillar, poner los brazos en modo avión (no como el iPhone) y empezar a cantar «Walking on Sunshine». Esto no es aplicable a carriles bici, porque como ya sabemos, te dejan el mínimo espacio posible para que quepa una bici solamente, y no sería mala idea hacer un carril bici doble–siempre que voy con algún amigo por el carril bici me encuentro en un apuro cuando, hablando de cualquier cosa, viene uno por el carril en el que estoy yo (que generalmente es el contrario) y tras magullar algún que otro taco y acordarse de mis mue…muelas, me consigue esquivar, o yo esquivarlo a él, tirando al que está al lado, o frenando en seco para incorporarme al carril correcto. Además, yo tengo una bici de montaña, así que es un sin sentido ir por el carril bici, personalmente prefiero ir por los caminos que yo llamo «caminos de cabras» (viene del hallazgo del cadáver de una pobre e inofensiva cabra, a la que llamé Rigoberta, por uno de estos caminos), aunque tampoco es muy recomendable ir cantando por los «caminos de cabra», ya que hay que estar atentos a las irregularidades del camino, no vaya a ser que te pegues un golpetazo por ir tan feliz. Y que quede constancia en acta de que no me hago responsable de caras esperpénticas ni muertes por estas «locuras».
Aquí tengo que agradecer la tecnología de autoguardado de Blogger, que el muy simpatico de Microsoft Word ha descubierto que necesitaba actualizarse y como es tan suyo ha decidido, así gratuitamente, cerrarme el navegador, dejándome a mí con cara de incertidumbre con una gran duda: ¿En quién me c**o antes, en su madre o en su padre?
Pero quizás la tontería que más felicidad aporta es que alguien te diga que le has alegrado el día, con un gesto mínimo, como puede ser dedicar una canción (una tontería, porque en realidad la canción ni la escribes ni la cantas tú, por lo general, que es lo que hago yo), o bien un abrazo en el momento preciso, que son gestos que luego, si no es el momento es hasta repulsivo, lo digo, que yo no soy de los que dan abrazos, y sé cuando uno es dado a destiempo, vaya.
Y ya por último un absurdo que probablemente alegre el día es leer este blog :P
Y ya me voy que hay 3ª personas entre nosotros (tú, lector, y yo) que me están metiendo prisa, con esto de que es Nochebuena, y yo aquí frente al ordenador, mientras escucho a otra persona criticando duramente el correcto ortográfico de Apple y diciendo que me quejo mucho por twitter (que yo creo que que para eso existe twitter, ¿no?). Que por cierto, me puede seguir en @pgcervera.
Así pues, ¡¡feliz Navidad y Próspero Año nuevo!!!
Y aquí te dejo la canción Walking on Sunshine para que puedas cantarla mientras vas en bici, o le alegres el día a tu pareja (o a un/a amigo/a, que también puede ser, que quede constancia).
Ciao!
Aquí tengo que agradecer la tecnología de autoguardado de Blogger, que el muy simpatico de Microsoft Word ha descubierto que necesitaba actualizarse y como es tan suyo ha decidido, así gratuitamente, cerrarme el navegador, dejándome a mí con cara de incertidumbre con una gran duda: ¿En quién me c**o antes, en su madre o en su padre?
Pero quizás la tontería que más felicidad aporta es que alguien te diga que le has alegrado el día, con un gesto mínimo, como puede ser dedicar una canción (una tontería, porque en realidad la canción ni la escribes ni la cantas tú, por lo general, que es lo que hago yo), o bien un abrazo en el momento preciso, que son gestos que luego, si no es el momento es hasta repulsivo, lo digo, que yo no soy de los que dan abrazos, y sé cuando uno es dado a destiempo, vaya.
Y ya por último un absurdo que probablemente alegre el día es leer este blog :P
Y ya me voy que hay 3ª personas entre nosotros (tú, lector, y yo) que me están metiendo prisa, con esto de que es Nochebuena, y yo aquí frente al ordenador, mientras escucho a otra persona criticando duramente el correcto ortográfico de Apple y diciendo que me quejo mucho por twitter (que yo creo que que para eso existe twitter, ¿no?). Que por cierto, me puede seguir en @pgcervera.
Así pues, ¡¡feliz Navidad y Próspero Año nuevo!!!
Y aquí te dejo la canción Walking on Sunshine para que puedas cantarla mientras vas en bici, o le alegres el día a tu pareja (o a un/a amigo/a, que también puede ser, que quede constancia).
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